Quiero que esta navidad sea una renovación de circunstancias. Sé que siempre quedan en la gente heridas marcadas, llantos y sollozos, pero que podemos borrar con risas si intentamos cada día despertar con buen humor. Sé de la angustia de muchas madres y muchos padres, cuando la realidad socio-económica no les permite criar a sus hijos en ese mundo ideal; pero sé que los hijos podemos crecer con sencillez y humildad, con los mejores principios y virtudes, y devolviendo a esos padres en alegría, el favor más grande, que fue darnos la vida. Sé de la desazón de muchos maestros que no pueden enseñar a pescar en un lago carente de peces, pero estoy convencido de que aún puede sembrarse esperanzas… Que Dios siempre ayuda en la cosecha.
Sé de la confusión de muchos jóvenes que caminan sin rumbo, a la deriva, en la soledad agobiante de la desidia social. Pero también sé que estamos cambiando al mundo, y que cuanto más se oscurece la noche más pronto está de amanecer. En esta marcha confusa, espero poder ver cada vez más jóvenes rescatados a la senda de las certezas. Sé de mis debilidades, y sufro al ver a mis pares, vulnerables. Pero renuevo en cada instante mis ansias y confío porque los únicos vencidos son los que no luchan. Deseo que sigamos dando batalla, que reafirmemos nuestros rumbos y que no dejemos de soñar. Deseo que los frutos de los caminos andados, lleguen a cada hogar, y les de las fuerzas necesarias para ser parte de una nueva patria, invencible. Feliz Navidad!
Marcos Damián González
Presidente
Asociación Civil ¨Jóvenes para la ayuda social¨
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