Al cumplirse un mes de la muerte de ocho obreros fallecidos tras el derrumbe del edificio ubicado por calle San Martín entre Tucumán y San Luis, los familiares y amigos marcharon por las calles céntricas pidiendo justicia.
Los representantes de familiares de obreros muertos estuvieron en Tribunales a fin de solicitar la autorización para ingresar el pedido de juicio político a las dos juezas que entendieron en la causa: la doctora Graciela Ferreyra (jueza natural) y la doctora Josefina González Cabañas (subrogante, decidió dar libertad a los imputados). “A una porque está dilatando y demorando la causa; y a la otra porque entre gallos y medianoche dejó libre a los asesinos” dijo Silvio Urbina, tío de uno de los obreros fallecidos.
En la ocasión recordaron a los desaparecidos: Wiliam Arnaldo Valenzuela (32), Jorge Acevedo (38), Eduardo Acevedo (19), Diego Hernán Rodríguez (25), Ramón Zacarías (49), Marcos González (28), quienes murieron casi en el acto y a Enrique Sosa y Alejandro Medina fallecidos con posterioridad en el Hospital Escuela.
Un final distinto tuvieron afortunadamente Nelson Valenzuela -aún internado, en una sala común y cuya evolución es favorable- y Luis Peloso, quien ya abandonó el nosocomio, luego de haber sido intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades.









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