La comunidad de Bella Vista acompañó la ceremonia de ordenación del diácono Antonio De Iácovo celebrada en la parroquia Nuestra Señora del Carmen. La misa concelebrada estuvo presidida por Monseñor Andrés Stanovnik.
La celebración contó con la presencia de un número sobresaliente de personas que colmó la capacidad de la parroquia Nuestra Señora del Carmen donde se llevó a cabo esta ceremonia que consagró a Antonio De Iácobo de 62 años. El nuevo sacerdote de la iglesia correntina nació en la región de Calabria, Italia, llegado a la Argentina con sus padres cuando contaba un año de edad y radicado en Buenos Aires. Casado con Maria Elena de la cual enviudó en 2007, tuvo cuatro hijos, Patricio –presente en la ordenación- Manuel, Antonio Sebastián y Cecilia; todos residentes en el barrio de Caballito de Capital Federal. También se hallaba presente su madre, Rosario Siciliano, llena de alegría con sus 90 jóvenes años.
El multitudinario acto de ordenación contó con la presencia del Arzobispo de Corrientes, Monseñor Andrés Stanovnik, la intendente Nancy Sand, el Vicario General del Arzobispado José Villordo, sacerdotes de las comunidades de Corrientes, San Miguel, Saladas, San Roque, Mburucuyá, del Seminario “La Encarnación” e invitados especiales de comunidades bonaerenses que totalizaron representantes de seis diócesis, según señaló De Iácovo.
Transcurridos los diferentes momentos de la emotiva ceremonia que lo anunció como un nuevo sacerdote a las 20,50 de este domingo 15, Antonio recibió las felicitaciones de la comunidad, no sin antes agradecer a los sacerdotes guías de su vocación, al pueblo de Bella Vista “que hace dos años no sabía ni siquiera quien era yo y que me abrió las puertas como a un hijo más” en la persona de la intendente municipal Nancy Sand, a Monseñor Andrés “quien fuera mi compañero de facultad y que esta noche me ordenó”, y a Dios “porque entendí que en mi camino solo debo decir que sí a lo que El me propone”, dijo.
Un clima festivo rodeó los momentos finales del acto que posteriormente siguió en el colegio Nuestra Señora de Itatí con una cena comunitaria.
FUENTE: LUIS ROMERO
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